Yuko Simizu
Japón siempre nos sorprende con nuevos artistas, ilustradores y publicistas que convierten en imágenes aquello que nosotros solo intuimos en nuestras mentes.
Siempre he admirado la capacidad que tienen dibujantes e ilustradores para acercarnos a su pequeño-gran mundo, algo que como fotógrafo también he conseguido en alguna ocasión, pero obviamente, no es lo mismo.
Es maravilloso comprobar como consiguen esa mezcla de estilos, desde el más tradicional japonés, al más actual; más transgresor, esa fuerza y ese dinamismo que dan a la imagen. Esa amalgama de colores que parece que salen del lienzo y no acaba nunca.
Yuko Simizu es una japonesa afincada en EE.UU. Su uso de óleos y acuarelas es excepcional y la forma en que traza sus ilustraciones parece que a medida que dibuja, descifra aquello que está bosquejando y que luego se convertirá en el arte final.
El estilo que Yuko tiene cada vez cobra más adeptos en Japón, algo que también se puede ver en otro ilustrador japonés como es Ryohei Hase. Un estilo realista, con personajes que se mueven en ambientes surrealistas, en situaciones fuera de lo normal. Personajes que intentan adaptarse al mundo que el artista ha diseñado para ellos. Protagonistas que intentan sobrevivir ante ataques de colores amarillos y verdes, envueltos en tonos violetas y verdes pistacho, apagados ocres y azules Hokusai; encerrados en cárceles de tramas que deben romper con katanas y espadas. Mujeres sin miedo que empuñan armas y que doblegarían al más temible samurái, feroces críticas sociales en la que la chica florero, la mujer objeto necesita romper las cadenas que la atan a unas tradiciones obsoletas. Todo eso, hace que el trabajo y la obra de esta artista japonesa que está a medio camino entre la publicidad y la ilustración sea un espectacular baile orgásmico de luces y colores. No os podéis perder su trabajo. Un trago de este mejunje colorista y quedaréis con la sensación de querer más.